LOS CONTADORES DE ESTRELLAS
Dámaso Alonso
Yo estoy cansado.
Miro esta ciudad
- una ciudad cualquiera -
donde ha veinte años vivo.
Todo está igual.
Un niño
inútilmente cuenta las estrellas
en el balcón vecino.
Yo me pongo también...
Pero él va más deprisa:
no consigo alcanzarle:
Una, dos, tres, cuatro, cinco...
No consigo alcanzarle.
Una, dos ...
Tres...
cuatro...
cinco...